Un sello
Era un día cualquiera
De cualquier año bisiesto
Ya estaba hecho una fiera
Me tenían bien molesto

Casi pierdo la vida en el terrible ajetreo
Y créame que esto es cierto
La ciudad era un desierto
Y como oasis el Correo

No fue que me dio la gana
Entienda mi frustración
Ojala haya sido eso
Pues pa un cambio de dirección
Diez vueltas le di a la Habana
Buscando un sello de diez pesos.

El PEDO

Un día me dio un dolor
Que casi me dobla el pecho
Te aseguro no fue amor
Ni yo yacía en mi lecho

Deja ver como lo explico
Sin herir los sentimientos
Era casi la hora pico
Y sufría de estreñimiento

En la calle solo estaba
Esperando mí transporte
Es que no hay quien lo soporte
Menos en una parada

Corría el sudor por mi frente
Los ojos tenía en blanco
Se dio cuenta la gente
Me sentaron en un banco

De la Multitud salió un prieto
Que decía ser doctor
Y había aceptado el reto
De descubrir mi dolor

Se arrodilló el negrito
Puso en mi abdomen un dedo
Al tiempo que concluía.
Es obvio lo sabía
He visto casos más feos
No te haga ma el fino blanquito
Y acaba de tirarte el peo

MI HABANA
Para Martín y los que como el enfrentan el talento ante la ira de lo absurdo

Ahí estás Habana mía, sin rendirte, sometida ingenuamente al cruel comercio. Sin vacilar nos entregas tu abrigo casi en ruinas, tus peldaños de esperanza gastados por los pasos en círculos de explotadores que traspasan el poder como un batón. Amordazados arquitectos que con mil planes para ti, agonizan ante la cirugía inevitable del trasplante, al quererte bella y vigorosa, limpia y escurrida de lo obscuro y de lo absurdo, sus líneas dividen lo indicado de correcto, lo deseado, de lo acordado en un contrato. Mi Habana si supieras cuanto sufre aquel que día a día te dibuja otros contornos aquel que sangra coloreando tus vitrales, aquel que planifica aun sabiendo que lo contradicen. Aquel que al esculpir un parque en tus espacios debe bautizarlo con un nombre de lo lejos quizás queriéndote llamar Amelia, Mariana, Zaida o Cuba deba nombrarte Barcelona. Mi Habana no nos mires con recelo que a tu par sufrimos el legrar de tus murallas, no nos culpe por cazar albatros que sin nido posan su apetito en tus tejados, no nos culpes por dejarte, quizás tu seas también culpable.

Nada

Me levanto, aún desempleado
Miro mi billetera y veo que nada ha cambiado
Para que abrir la ventana, si no hay nada que ver
Triste es el panorama, muy diferente a la TV, donde todo marcha bien.
Mi vida un crucigrama, donde no cabe libertad
Le faltan letras a esperanza, error de la editorial
Ocres siguen las escuelas, donde martí se resigna indiferente
Ignorando la igualdad engreída
Mientras aparezco en Alma Mater formándome emergente.
No existiese Valera, De la Luz entonces Caballero
Vagando entre dialectos de centrales
Estaría don Ortíz junto a los negros
Buscando el eslabón que no aparece
Apostando lo instruido por los dioses
Sin Cortar el pan, mutilando sueños hechos peces
Y es que tengo nada, y a la vez veo que hay todo
No es un juego de palabras aunque suene de ese modo.
Bendito sea el aroma, que deja de la cuota mi café
Trazando en mi garganta, lo que mi día ha de ser
Nada, Tan amargo y enviciado padecer.
Nada, un sin talento obviándose mediocre
Tras unas líneas alcoholadas de placer
Dando el valor que solo tuvo aquel quijote
Y un falso líder casi muerto por reaparecer.
Nada, nada, nada en mi vida, solo sueños
Que vienen del norte en recesión
Deportando a los sureños.

Pensares

Santiago de las Vegas.

Nací en un pueblo pequeño
Con historia y tradición
Cuando existían los dueños
Y no la revolución

Muy próspero era el comercio
En mi pueblito querido
Donde abuela y abuelo
A mis padres dieron nido

Mis tíos si me contaban
Que tenían necesidad
Que el trabajo se encontraba
Y que había libertad

Algo pasó en los 50
Cuando apareció batista
Matando a los comunistas
Y pasándoles la cuenta

Esos cuentos no se inventan
Ellos si lo vivieron
Empezaron en la imprenta
Y Enseguida aparecieron
Clandestinos de una banda
Imprimiendo propaganda
Con la que después se hundieron

Presos sin ton ni son
3 meses en un cuartel
Por imprimir un Cartón
Con el nombre de Fidel

Mi abuela muy mal se puso
Buscando siempre testigos
Denunciando el cruel abuso
Contra sus niños queridos

Luego el dolor no pasó
Solo cambió de bando
Después que Fidel triunfó
Aún se sigue asesinando

Ahora llorando mi tío
Me confiesa de entre dientes
Lo mucho que se arrepiente
Haberse metido en líos

Que combatir a batista
Termino en un acertijo
Porque ahora tiene un hijo
Que sufre en Villa Marista